A través de la Sentencia 2015-01-276188, la Superintendencia de Sociedades recuerda a los accionistas de las SAS que en principio, no es del resorte de un juez, injerir en la manera como deciden la estructura orgánica de la compañía, ni en las calidades de quienes la conforman.
Por regla general, no constituye un abuso del ejercicio al voto el hecho que uno o varios accionistas, en su condición de mayoritarios, decidan monopolizar las plazas posibles al interior de la administración de la sociedad y con ello designarlas a familiares o personas de su confianza. En consecuencia, los accionistas controlantes pueden utilizar su condición de mayoritarios para delegar a familiares, pues esto no significa por si solo un abuso de derecho de voto, ya que están facultados para hacerlo.
No obstante, esta prerrogativa estaría viciada por el abuso de derecho solo en caso de que el socio controlante haya configurado los órganos de administración con ánimos expropiatorios, como por ejemplo cuando los administradores reciben cuantiosas remuneraciones mientras se marchitan las utilidades a distribuir entre los accionistas, o cuando la creación de cargos u órganos, no se justifique.
De manera que, cuando un accionista pretenda demandar la anulación de decisiones originadas presuntamente en el abuso de derecho de voto, se verá en la necesidad de probar, por un lado, la existencia de “un perjuicio en su contra o una ventaja injustificada a favor del controlante”, y por otro lado, que “la decisión tenía la intención de causar el perjuicio o la ventaja injustificada”. Estos dos requisitos, son presupuestos exigidos para que el juez acceda a la pretensión del demandante.
Con todo lo anterior, se concluye que para predicar el acaecimiento del abuso de derecho de voto, debe existir la intención de causar daño por parte del controlante, y la consecuencia gravosa para el minoritario. La intención, deviene generalmente de conflictos surgidos en el pasado entre los socios, los cuales sirven al controlante para tomar determinaciones que acaben por desfavorecer injustificadamente al minoritario.