La revisoría fiscal es una función que debe cumplir un Contador público, ya que se requiere una persona con suficiente idoneidad y conocimientos para dar fe pública de la gestión de una empresa. Es un tercero que evalúa si la contabilidad refleja de forma adecuada todas las transacciones y movimientos de la empresa, con el objeto de determinar que estos movimientos estén conforme a las normas legales, tributarias, estatutarias y de procedimiento que le sean aplicables.
Para responder al interrogante ¿Desde cuándo surge la obligación para una empresa de tener revisor fiscal?, debemos tener a consideración el artículo 13 de la ley 43 de 1990, es su parágrafo segundo, que prescribe lo siguientes, “Será obligatorio tener revisor fiscal en todas las sociedades comerciales, de cualquier naturaleza, cuyos activos brutos al 31 de diciembre del año inmediatamente anterior sean o excedan el equivalente de cinco mil salarios mínimos y/o cuyos ingresos brutos durante el año inmediatamente anterior sean o excedan el equivalente de cinco mil salarios mínimos”.
Por lo que se puede evidenciar, en principio, que si llegado el 31 de diciembre son alcanzados activos o ingresos superiores a cinco mil salarios mínimos, será obligatorio que la empresa tenga revisor fiscal a partir del año inmediatamente siguiente, pero antes es necesario tener en cuenta, que dicho balance debe ser aprobado por la junta de socios, como lo establece el art. 187 del Código de comercio, una vez la aprobación del balance esté en firme surge la obligación de tener revisor fiscal y como consecuencia de esto, de ese momento en adelante o hasta que cambien las circunstancias, la declaraciones tributarias deben ser firmadas por el revisor fiscal.
Vea Aquí concepto de la Superintendencia de Sociedades No. 220-016798 del 9 de febrero de 2016
Elaborado por: Jaime Alberto Rueda V.