LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL EMPRESARIAL
La consultora Brain Company evaluó seis riesgos potenciales que podría generar el uso de la inteligencia artificial dentro de las empresas sin un control humano adecuado.
Entonces, es importante resaltar que la inteligencia artificial y todo el avance tecnológico es un complemento a las actividades humanas, pero el juicio humano debe ser prevalente y estar presente donde intervienen las herramientas tecnológicas, pues cada vez la tecnología interviene más en nuestra cotidianidad.
La inteligencia artificial en las empresas es un soporte para mejorar la atención al cliente y brindar soluciones efectivas y oportunas en menor tiempo, con altos estándares de calidad. Pero cuando no hay intervención activa por parte del hombre podría conllevar:
- Errores ocultos: generalmente por fallas durante el aprendizaje de la tecnología, lo cual se evidencia en la deficiencia de atención.
- Respuestas con perjuicios: realiza su aprendizaje, en casos donde la información es insuficiente, las respuestas no contemplan todas las soluciones , la inteligencia artificial opera como un esquema de representaciones estadísticas del entorno y dan respuestas de un conocimiento previo lo cual puede generar fallas por mala asociación
- Disminución del pensamiento crítico: al reducir las tareas que le permiten mantener el pensamiento activo, estando en constante aprendizaje y activación, el personal no estaría actualizado con los temas que intervienen en su negocio si no que estaría supeditado a lo que una maquina decida por el.
- Impactar el vínculo entre la marca y el consumidor: deteriorarían la calidez humana que maneja la empresa con su consumidor, pues no hay manera de que una maquina pueda reemplazar el sentimiento humano.
- Nuevos peligros: debido a que estas herramientas las podría utilizar cualquier empresa, no le dan un valor agregado al trato del consumidor, por lo cual no aportaría a la competitividad empresarial.
- Altas probabilidades de perder el control operativo: la inteligencia artificial desplaza la capacidad de decisión del trabajador y la sensibilidad con la que contamos los seres humanos.